La reducción de los residuos se ha convertido en una cuestión importante para muchos ciudadanos, que quieren limitar su impacto en el medio ambiente. Mientras que cada vez más municipios distribuyen cubos de compostaje a los ciudadanos que disfrutan de un jardín, los habitantes de las ciudades recurren a una alternativa más adaptada a sus condiciones de vida: el vermicompostador. ¿Quién inventó el vermicompostaje? ¿En qué consiste este proceso y cuáles son sus ventajas? La respuesta, en este artículo.
Vermicomposter: su inventor es el estadounidense George Sheffield Oliver
En la década de 1900, en Estados Unidos, el antiguo médico convertido en agricultor George Sheffield Oliver se interesó por el cultivo de lombrices y su acción en la degradación de los residuos. Empezó a criar lombrices para producir vermicompost, un abono ecológico hecho con excrementos de lombriz.
Los agricultores cercanos a George Sheffield Oliver empezaron a interesarse por este fenómeno, haciendo posible la obtención de este fertilizante de calidad para las plantaciones. George Sheffield Oliver comenzó entonces la producción en masa de vermicompost.
En plena crisis económica al otro lado del Atlántico, en la década de 1930, el agricultor decidió compartir sus conocimientos con el mayor número de personas posible. A continuación, escribió un libro sobre el cultivo del vermicompost y sobre las técnicas utilizadas para obtener un compost de calidad.
Hoy en día, el proceso de vermicompostaje se utiliza en Estados Unidos y en todo el mundo. Además, los ciudadanos se han apropiado de esta técnica, que cada vez es más democrática. En 2020, cuando todo el mundo quiere limitar su impacto en el medio ambiente, el vermicompost es una respuesta adecuada.
¿Cómo funciona el vermicompostaje?
El vermicompostaje es un proceso que requiere la intervención de las lombrices de tierra, también conocidas como gusanos. Estas lombrices se alimentan de residuos orgánicos: peladuras de frutas y verduras, papel y cartón, bolsas de té, posos de café, cáscaras de huevo, etc.
Es necesario un vermicompostador para obtener un abono ecológico de calidad. Este dispositivo consta de varios contenedores apilados. El contenedor de la parte superior de la pila está dedicado a los residuos frescos. A medida que decae, cae en los recipientes de abajo. Además, la bandeja situada en el fondo del vermicompostador contiene abono de calidad, listo para ser utilizado. También hay que tener en cuenta que algunos equipos disponen de un recuperador de jugo de lombriz, un abono líquido que se puede extraer de un grifo.
Vermicompost o compost tradicional: ¿cuáles son las diferencias?
El vermicompost se refiere al abono obtenido de la transformación de los residuos orgánicos por las lombrices de tierra. El compost tradicional, en cambio, es el resultado de la degradación de estas sustancias por los microorganismos del suelo. Entonces, ¿cuáles son las diferencias entre estos dos productos resultantes del reciclaje de residuos?
En primer lugar, el vermicompost no es maloliente, a diferencia del compost tradicional. En efecto, las enzimas contenidas en los intestinos de las lombrices son capaces de captar los malos olores. Además, el recorrido de las lombrices en el interior del vermicompostador introduce aire en el compost, evitando así la proliferación de bacterias que provocan malos olores.
Además, el vermicompost se obtiene mucho más rápido que el compost convencional. Las lombrices de tierra son capaces de ingerir en un día una vez su peso en comida. Como resultado, sólo se necesitan unas pocas semanas para obtener un abono de calidad, en comparación con los 6 meses a un año del compostaje.
El abono obtenido del vermicompostador puede utilizarse para muchos fines:
- La producción de abono para las plantaciones y los huertos.
- La mejora de la estructura del suelo, gracias a su capacidad de retención de agua.
- La contribución de un suelo de calidad para las plantas verdes.
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